Si quieres lucir una piel luminosa, sana y con un bronceado bonito y uniforme éste verano, debes saber que el secreto está en preparar la piel tanto por fuera como por dentro antes de tomar los primeros rayos de sol. En verano, estamos expuestos continuamente a agentes externos agresivos como la radiación ultravioleta, el cloro y la sal, si no quieres que pasen factura en tu piel, toma nota de estos consejos y evitarás acabar con manchas, arrugas o con la dermis quemada al final de tus vacaciones. Ten cuidado este verano, la piel es muy sensible y los rayos solares cada vez más fuertes.
Cuídate por fuera
Existen tres infalibles para preparar la piel y conseguir que luzca bronceada y bonita tras los primeros rayos de sol del verano, me refiero a la exfoliación, la hidratación y la protección.
Con la llegada del verano, nuestra piel queda al descubierto, su capa cornea, que acumula células muertas producen irregularidades que impiden que la luz pase de manera uniforme, por lo que es imprescindible realizarse una exfoliación para eliminarlas y que los rayos solares puedan broncear de manera uniforme. Puedes utilizar un scrub, peeling de bolitas, o unos guantes de crin. Si los utilizas los guantes cada dos días en la ducha, te dejarán la piel suave y sedosa, libre de impurezas, y evitarás que se acumulen las células muertas en tu cuerpo.
La hidratación es fundamental y se debe realizar en profundidad. En la zona facial con cremas ricas en ácido hialurónico, pero en las zonas más sensibles del rostro como las patas de gallo, el cuello y escote utilizaremos cremas específicas porque necesitan un cuidado más especial. Para la zona corporal las cremas deben ser ricas en nutrientes y aplicarlas dos veces al día. No olvides ponerte protección solar antes de salir de casa, sobretodo si vas a tomar el sol. Los primeros días no debe ser de menos de factor 25 y debes de tomarlo poco a poco además de evitar las horas de máxima exposición solar como a medio día. Los días nublados son muy peligrosos y más si con ello le acompaña una agradable brisa, puedes acabar quemándote, con manchas en la piel que aparecerán en invierno o con escozor, además de pelarte.
Cuídate por dentro
La exposición solar acelera el envejecimiento prematuro con la aparición de manchas o arrugas en la piel ambas provocadas en verano por el sol. Los antioxidantes son vitaminas que nos ayudarán a que éste efecto oxidativo sea menor, por eso es importantísimo tomarlas especialmente en verano. Las más recomendadas para proteger nuestra piel son la vitamina A, el betacaroteno que la podemos encontrar en las frutas y verduras de color naranja como las zanahorias, el pomelo, la calabaza, los albaricoques o los vegetales de hoja verde como las espinacas, el brócoli, el melón o los espárragos. La vitamina C la encontramos básicamente en los cítricos, la naranja, el limón, el pomelo, también en los tomates, los fresones, los kiwis, y en verduras como la coliflor, el brócoli, los rábanos. Y la vitamina E, también en zanahorias, espinacas, acelgas, brócoli, pimento rojo, aguacate, calabaza, y frutos secos, ricos de aceites vegetales como las almendras, las nueces o los pistachos. Pero si quieres darte un plus de cuidados la Nutricosmética es ideal para ello, te protegerá del sol y cuidará tus células, están compuestos de antioxidantes que protegen la piel frente a los radicales libres y el daño celular producido por el sol.
Artículo publicado en la revista Urban. Puedes conseguirla gratis cada viernes con el periódico Levante-EMV.